Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.
Filipenses 4:8
Dios creó nuestro cerebro con una capacidad increíble. Los estudios indican que el ser humano puede tener hasta 70 mil pensamientos por día. Eso es alrededor de 3 mil pensamientos por hora, 50 por minuto y casi 2 por segundo.
¿Sabes quiénes capturan toda la información que genera este montón de ideas? Los cinco sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto. Retienen estímulos externos que son llevados al cerebro para analizarlos, procesarlos y almacenarlos.
¿Qué han capturado tus sentidos? ¿Qué información han llevado a tu cerebro? ¿Qué ha estado almacenando tu mente?
El mundo está lleno de información peligrosa y contraria a la Palabra de Dios. Películas, juegos, telenovelas, anuncios, sitios web, juegos, revistas y libros intentan enseñar que la violencia, la desobediencia a los padres, la bebida, las drogas y cosas por el estilo son normales. Cuando expones tu mente a esta información negativa, corres el riesgo de pensar que es correcto.
Por eso, el apóstol Pablo escribió: “Pero temo que, así como la serpiente engañó con su astucia a Eva, también ustedes se dejen engañar, y que sus pensamientos se aparten de la actitud sincera y pura hacia Cristo” (2 Corintios 11:3). Es decir, si alimentas tu mente con las ideas del mundo, seguramente te alejarán de Dios.
Entonces, antes de escuchar una canción, leer un libro, ver una película o hacer cualquier otra cosa, considera si eso es verdadero, digno de respeto, recto, puro, agradable y tiene buena fama.
Si es todo eso, entonces puedes escucharlo, leerlo, verlo, tomarlo y saborearlo, porque generará buenos pensamientos en tu mente y no te alejará de Dios.