¿Hay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.
Génesis 18:14
¿Quién es el más fuerte de tu clase? Tal vez el diámetro del músculo o una pulseada puedan revelar esto. ¿Quién es la persona más hermosa que conoces? ¿Qué te hace pensar en esta persona como la más hermosa?
Quizá sea la forma de la cara, el físico, la sonrisa, la mirada… ¿Conoces a alguien que tenga mucho dinero? ¿Es la cantidad de cosas caras que compra esta persona lo que te hace pensar que es rica?
¿Quién es el estudiante más popular de tu clase? ¿Y de la escuela? Definitivamente, es alguien que puede influir sobre mucha gente. Y ¿quién es el más inteligente, el que solo saca notas altas?
A menudo medimos el poder de alguien por algo que puede ser, tener o hacer. Pero, incluso con todo el encanto, el dinero, la inteligencia, la fuerza, la fama, hay cosas que son absolutamente imposibles de lograr para los seres humanos. ¡No hay manera de arreglarlo!
Cuando Dios dijo a Abraham y a Sara que tendrían un hijo, esto fue algo que ni siquiera la ciencia más avanzada de la época o la de ahora podrían lograr. ¿Quién ha oído hablar de una mujer de noventa años que tuviera un bebé por medios naturales?
Pero Dios les mostró que nada es difícil para él. Dios tiene tanto poder que puede hacer posible lo imposible. La Biblia está llena de estos ejemplos, en los que solo él podía actuar, porque era imposible para cualquiera de nosotros: hacer hablar a un burro, evitar que la gente fuera quemada en un horno de fuego y crear el mundo en solo una semana.
¿Quién se encargaría de cualquiera de estas tareas? Solo Dios. Nada es difícil para él. ¿Hay alguna situación en tu vida que sea difícil de resolver? Ponlo en las manos del Todopoderoso. Si es su voluntad, todo se resolverá.