De [Dios] recibe nombre toda familia, tanto en el cielo como en la tierra.
Efesios 3: 15
Busca en un mapa o en un globo terráqueo dónde está Australia, puedes pedirle ayuda a un adulto. En Australia se encuentran las Montañas Azules, allí se percibe un aroma inconfundible a eucalipto. Las ondulantes montañas y los hermosos valles albergan tantos eucaliptos, que toda la cordillera pareciera estar cubierta de ellos.
Es posible que hayas olido el eucalipto alguna vez, pues se utiliza mucho en pomadas que la gente se frota en el pecho cuando está resfriada. Es un olor muy fuerte que puede ayudar a respirar mejor cuando se tiene la nariz tapada.
Lo que hace especiales a estos eucaliptos es que sus hojas son el único alimento de los koalas. Si les dieras hojas de roble, arce o incluso manzano, solo apartarían la nariz. Pero dales las aromáticas hojas de eucalipto, ¡y se las comerán!
Hay unos seiscientos tipos distintos de eucalipto y sus «primos», los tupelos (otros árboles). Los eucaliptos y los tupelos son lo bastante parecidos como para pertenecer a la misma familia, pero también son lo bastante únicos como para ser dos tipos de árbol diferentes.
Como seres humanos, todos nos parecemos lo suficiente como para pertenecer a la misma familia: la familia de Dios. Pero hay gente de todos los tamaños, formas y colores; y a todos nos gustan cosas distintas (sería muy raro si todos los niños de tu escuela quisieran comer lo mismo: por ejemplo, habichuelas o vainitas verdes, o tal vez plátanos). Dios nos ha dado a cada uno dones diferentes para que podamos ser la persona única y especial que él desea que seamos.
¿Cuál es tu historia bíblica favorita? ¿Qué es lo que mejor sabes hacer? ¿Qué es lo que más te divierte? Todo eso te hace especial.
Vicki.