Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen.
Mateo 13: 16
DIOS FORMÓ TUS OÍDOS de forma especial, compuestos por tres partes: externo, medio e interno.
El oído externo se compone por tus orejas, que son las encargadas de atrapar el sonido y enviarlo al canal auditivo, el conducto que observas dentro de tus oídos. El oído medio está separado del oído externo por el tímpano, un tejido parecido a un tambor, que cuando el sonido choca con él, se mueve y provoca vibraciones en una cadena de tres huesecillos: el martillo, el yunque y el estribo.
Estas vibraciones pasan al oído interno a través de la cóclea, estructura elástica con forma de caracol, que transforma las vibraciones en señales nerviosas, enviándolas al cerebro a través del nervio auditivo. De esta forma el cerebro recibe la información y la interpreta.
Oración: Querido Padre, gracias por formar mis oídos y permitirme escuchar.
Actividad: Escucha los sonidos de tu alrededor y menciona el nombre del objeto u animal que lo emite.
