Mi pueblo no tiene conocimiento, por eso ha sido destruido.
Oseas 4:6
ADEMÁS DE LA TENDENCIA A ELEGIR EL CAMINO MÁS fácil, otra razón que nos impide resolver problemas es la falta de algunos conocimientos específicos. Como un ejemplo de esto, Stanovich presenta el siguiente problema (vimos esto ayer, ¿recuerdas?):
GRUPO 1: (con medicamentos)
Total: 275 personas
200 mejorados
75 no mejoraron
GRUPO 2 (sin medicamentos)
Total: 65 personas
50 mejorados
15 no mejoraron
¿Es eficaz el medicamento? La mayoría de las personas responden que sí, porque se centran en el número mayor (200) en lugar de considerar la proporción.
Así, al analizar el porcentaje, se puede ver que el 72,7% de los que recibieron el medicamento mejoraron, mientras que en el grupo que no lo recibió, el 76,9% mejoró. Es decir, la proporción de personas que se sentían mejor sin el medicamento era mayor.
La Biblia también advierte del peligro de la falta de análisis y de la escasa búsqueda del conocimiento. Estas eran las razones por las que el pueblo de Israel estaba siendo destruido.
Tal como escribió David: «La enseñanza del Señor es perfecta. […] El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo» (Salmo 19: 7). DIOS NO QUIERE QUE NOS CONFORMEMOS CON EL CONOCIMIENTO QUE TENEMOS DE SU PALABRA Y DE SU LEY…
Quiere que siempre busquemos más: «Y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento» (2 Pedro 1:5).
El desafío de hoy es establecer un plan de estudio de la Biblia para crecer en el conocimiento que conduce a la salvación. Puede ser por la mañana, por la tarde o por la noche, pero reserva un tiempo para estudiar en oración y con calma al menos un capítulo de la Biblia y de la Lección de Escuela Sabática. ¡Sentirás la diferencia que hará en tu vida el conocer a Dios!
