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Atleta de la fe

Los que se preparan para competir en un deporte, evitan todo lo que pueda hacerles daño. Y esto lo hacen por alcanzar como premio una corona que en seguida se marchita; en cambio, nosotros luchamos por recibir un premio que no se marchita.

1 Corintios 9:25

EMPEZAR TEMPRANO EN LA VIDA ES UNA DE LAS MEJORES maneras de obtener el dominio total de un deporte. El nadador Michael Phelps, por ejemplo, empezó a los siete años; Cristiano Ronaldo, a los ocho; Rafael Nadal, a los cuatro; y LeBron James se incorporó al baloncesto a los nueve.

Serena Williams, por su parte, empezó a jugar al tenis cuando tenía solo tres años, y antes de los diez ya era la número uno del mundo en su categoría.

Algunos adolescentes piensan que la vida es aún demasiado larga, y acaban posponiendo los momentos de reflexión y de cambio que son tan necesarios. Es importante saber que la mayoría de los hábitos que nos acompañan a lo largo de la vida pueden cultivarse cuando aún somos muy jóvenes.

Ningún atleta gana una competición sin años de dedicación. Se necesita renuncia y concentración, y estos hábitos no se adquieren de la noche a la mañana; es importante cultivar, entrenar, intentar.

Lo mismo ocurre en nuestra vida espiritual. Nuestras obras deben ser coherentes con nuestro objetivo mayor; de lo contrario, acabaremos perdiendo la competición por causa de nuestras propias debilidades.

Los que van a la iglesia y se pasan todo el tiempo con su teléfono celular, difícilmente escucharán la voz de Dios. Los que no se toman en serio la comunión con Jesús y el estudio de la Biblia no serán capaces de defender las razones de su fe.

Recuerda: como atleta de Cristo, también tienes que esforzarte por ganar, porque la disposición del carácter y el comportamiento que manifestamos en casa, en la escuela o en los momentos de ocio, revelan si somos realmente cristianos o no.

Señor, ¡quiero tener la fuerza, la disposición para cambiar mis hábitos y ser un atleta coronado por Jesús!

EL QUE QUIERE SER SANTO EN EL CIELO DEBE SERLO PRIMERO EN LA TIERRA.

- Mayara Lustosa es científica. Estudió biología e hizo una maestría y un doctorado en biología celular en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) en São Paulo, Brasil. Está trabajando en su beca postdoctoral en la Universidad de Valencia en Valencia, España. Ser científica siempre ha sido su sueño. La Dra. Lustosa está casada con Rodrigo Barbosa y comparten un hijo, Benicio.

- Rodrigo Barbosa tiene una maestría en emprendimiento y está trabajando en un doctorado. en la Universidad Politécnica de Valencia en Valencia, España. Le encanta ser investigador y cree que la verdadera ciencia nos acerca a Dios y revela su cuidadosa planificación al crear y mantener su hermosa creación. Rodrigo está casado con Mayara Lustosa y comparten un hijo, Benicio.