Y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: ‘Esto es mi cuerpo, que muere en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí’.
1 Corintios 11:24
¿SABÍAS QUE LA ÚLTIMA CENA, OBRA CREADA POR LEONARDO Da Vinci, fue pintada en la pared del comedor de un convento en Italia y mide más de 40 metros cuadrados?
La composición es una de las obras más famosas y copiadas del mundo. Por interpretación de las notas del autor, se cree que la situación representada fue precisamente cuando Cristo afirmó que uno de los discípulos lo traicionaría.
Los momentos en que Cristo comía con otras personas son descritos en la Biblia como oportunidades para enseñar. En la última noche antes de su muerte, no sería diferente.
La Última Cena de Cristo fue tan importante que han pasado más de dos mil años y los cristianos de todo el mundo aún seguimos celebrándola. En la cena, Jesús reveló que el pan sin levadura y el jugo de uva puro serían símbolos de su cuerpo y su sangre, entregados para el perdón de nuestros pecados.
Al invitarnos a repetir la ceremonia de la Cena del Señor, Jesús quiere recordarnos su sacrificio de amor por nosotros. Por eso, al participar en este momento especial, debemos hacerlo con un corazón agradecido por la salvación, con arrepentimiento por nuestros pecados e interesados en renovar nuestra comunión.
¿Has participado de ella alguna vez?
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() No
Jesús también nos dice: «Haced esto en memoria de mí», pues no quiere que olvidemos que tenemos el perdón garantizado gracias a la cruz. Debemos recordar siempre el sacrificio de amor de Cristo, pedir perdón por nuestras faltas y buscar ayuda para tener una vida espiritual renovada.
En este mismo momento, Jesús te ofrece PERDÓN Y SALVACIÓN. Recibe este banquete de gracia y ¡que tengas un día feliz!
