Categories

Archivos

Lo profundo del mar

Matinal para Menores 2024

Tú […] has perdonado todos mis pecados.

Isaías 38: 17

¿Has hecho alguna vez algo que sabías que no debías hacer y luego has pedido perdón? ¿Qué pasa si no te «sintieses» perdonado? ¿Seguirías pidiendo perdón?

La Biblia dice que cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y le pedimos a Dios que nos perdone, él los arroja «a las profundidades del mar».

No, no hay una pila de pecados en el fondo del océano. Dios nos estaba diciendo que cuando le pedimos perdón, él se lleva nuestros pecados, y nunca tenemos que volver a verlos.

El mar es muy, muy profundo, tan profundo, de hecho, que los humanos no podemos llegar al fondo. Esto se debe a que la presión del agua es tan fuerte que, incluso a media profundidad, te aplastaría como a un muñeco si intentaras llegar hasta allí.

La parte más profunda del océano está en el Pacífico, cerca de Guam. Se llama la Fosa de las Marianas y es casi como si hubiera un agujero enorme en el fondo del océano. Este agujero desciende hasta los 10.994 metros.

Es difícil para mí imaginar lo profundo que es el océano en la Fosa de las Marianas. Pero mucho más lejos se lleva Jesús nuestros pecados cuando le pedimos perdón. Él no trata de traerlos de vuelta, y nosotros tampoco deberíamos. Confía en él. Cuando dice que perdona nuestros pecados, ¡lo dice en serio!

Vicki.

- Vicki Redden se graduó en 1996 de la Universidad Adventista del Sur. Ella y su esposo, Ron, ambos niños en el fondo, tienen 11 sobrinos y sobrinas (¡al último recuento!) y dos perros: Molly y Alix. Ella está atenta a los héroes de Dios desde su hogar en Maryland.

- Dee Litten Reed creció en una granja en Virginia, rodeada de los animales de granja habituales, así como de algunas criaturas salvajes que rescató. Le encanta visitar zoológicos y acuarios con su nieto, Tommy, y observar ballenas navegar por la costa de Ventura, California.

- Joelle Reed Yamada se tomó un año libre de dar clases de religión en la escuela secundaria para viajar sola por el mundo. Ella y su marido, Brent, viven en una granja lechera en Inglaterra, donde ella enseña psicología y está aprendiendo todo sobre cómo ser una granjera inglesa. Se esfuerza mucho por mantener a su perra, Nala, fuera de problemas.