Tú has sido […] un refugio contra la tempestad.
Isaías 25: 4
¿Te gusta mirar el cielo para saber qué ropa ponerte cada mañana? Eso es algo importante, si no quieres llegar empapado a casa o tiritando de frío porque se te olvidó el abrigo.
Lee atentamente las siguientes pistas y averigua de qué fenómeno meteorológico vamos a hablar hoy…
Soy más común en las tardes cálidas.
Se me puede ver formándome en nubes altas y esponjosas.
Me formo gracias al aire cálido y húmedo que se desplaza con el viento, se enfría y pierde agua.
Te aviso de mi llegada haciendo ruido.
Si sabes que voy a llegar, es mejor que te quedes dentro de algún lugar. Si estás afuera, debes refugiarte en algún sitio. Si no puedes refugiarte dentro de algún sitio, aléjate del agua, los árboles, las vallas, los postes de las tiendas y las astas de las banderas.
Si vengo con mucho ruido y relámpagos, lo más seguro es agacharse (no tumbarse) con una bolsa de dormir o ropa encima.
Respuesta: Soy una tormenta eléctrica. A veces, la gente me tiene miedo por mis fuertes truenos y relámpagos. Sin embargo, ocurro todo el tiempo y, si te refugias en algún lugar, siempre estarás a salvo mientras paso.
Si alguna vez tienes miedo durante una tormenta, ora a Jesús. Él es mucho más poderoso que una tormenta.
Vicki.
