Porque si tú no lo dejas ir, yo enviaré tábanos sobre ti, sobre tus funcionarios y tu gente.
Éxodo 8: 21
Pauline, de seis años, tenía un trabajo muy especial, seguro que no te lo imaginas. Su trabajo consistía en matar moscas en el jardín. Su madre le pagaba un céntimo por cada cien moscas, y Pauline se tomaba su trabajo muy en serio. Contaba con cuidado para asegurarse de que se ganaba honradamente su paga.
Lee las siguientes pistas y averigua de qué insecto vamos a aprender hoy…
No sé por qué, pero no le gusto a la gente. Es cierto que llevo gérmenes en los pies.
Puedo vivir en casi cualquier parte del mundo. De hecho, mis parientes hicieron un muy buen trabajo como la cuarta plaga que azotó Egipto cuando el faraón se negó a dejar marchar a los israelitas.
Tengo seis patas y camino de puntillas. Mis huevos blancos son tan grandes como la punta de un alfiler.
Y mis ojos son tan grandes porque están formados por un panal de ojos más pequeños. También tengo tres ojos diminutos en la parte superior de la cabeza que puedes ver si me miras con un microscopio. ¿Sabes qué insecto soy?
Respuesta: Soy una mosca. No creo que le guste a nadie. Mi zumbido molesta a la gente y tratan de aplastarme. Pero eso es algo difícil de conseguir, porque tengo muchos ojos y puedo ver por encima, por debajo, por delante y a los lados. Esto me ayuda a alejarme de los problemas.
Es bueno ver las cosas desde muchos ángulos diferentes, como hace la mosca. Cuando haya un problema en tu vida, acuérdate de la mosca y pídele a Jesús que te ayude a escapar de tus problemas.
Vicki.