Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular.
1 Corintios 12:27
El pastor de tu iglesia y el director de tu escuela son muy importantes, ¿verdad? Tu maestro de Escuela Sabática o el presidente de la Asociación General también son personas muy importantes. Pero también son importantes las personas que asisten a la iglesia y a la escuela.
¿Cómo sería una iglesia sin gente en ella? ¿Cuánto tiempo permanecería abierta tu escuela sin niños? ¿Y qué sería sin los conserjes, los ayudantes de los profesores, el pianista y el organista? Para Jesús todos somos importantes.
Lo mismo ocurre en el mundo animal. La salud del medioambiente depende de que los animales cumplan con su trabajo, incluso el humilde gusano sirve a un propósito asombroso.
Un famoso científico, Charles Darwin, dijo que pocos animales han desempeñado un papel tan importante en la historia del mundo como estas «humildes criaturas organizadas» (los gusanos). ¡Vaya, ese es un gran elogio!
¿Y qué hacen las lombrices de tierra? Las lombrices de tierra ayudan a romper el suelo para que el aire y la lluvia puedan entrar fácilmente. Sin las lombrices, el suelo sería cada vez más duro y las raíces de las plantas no podrían crecer en la tierra. Las lombrices excavan pequeños túneles en el suelo y comen tierra junto con trocitos de plantas, raíces y hojas muertas. Las lombrices digieren todo esto y liberan algo llamado «excrementos».
Estos excrementos ayudan al suelo a conservar sus nutrientes, lo que favorece el crecimiento de las plantas. Se podría decir que la lombriz de tierra es un gran reciclador, ya que recicla los nutrientes del suelo.
Si alguna vez te sientes tan humilde como una lombriz, recuerda que las lombrices ocupan un lugar importante en nuestro mundo, ¡y tú también!
