Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.
Filipenses 4: 8
Cuando era profesora, me di cuenta de que cuando los niños de mi clase hacían mucho ruido, lo más probable era que estuvieran aburridos. A veces, estaban aburridos porque habían terminado todo su trabajo y no tenían nada que hacer; otras, porque no les gustaban sus tareas o porque simplemente se distraían con facilidad y no podían retomarlas. La solución siempre era darles algo divertido que hacer.
Los animales también se aburren. Ruby tenía solo 7 meses cuando la enviaron al zoológico de Phoenix, en Estados Unidos, y se aburría con mucha facilidad. No habría sido tan malo si no fuera porque era un elefante, y un elefante de 7 meses puede volverse destructivo cuando está aburrido y busca algo divertido que hacer.
Su entrenador se dio cuenta de que a menudo dibujaba en el polvo con la trompa, así que le dio a Ruby un palo para dibujar. Al poco tiempo, el palo fue sustituido por un pincel y la tierra por un cartón. Ruby se interesó mucho cuando le dieron pinturas. Empezó a pintar como una loca y dejó de dar problemas. Parecía más contenta de vivir en el zoológico y, en lugar de ser traviesa, Ruby siguió pintando. La gente oyó hablar de la elefanta artista y sus obras empezaron a dar dinero al zoológico.
Resulta fácil para los niños y para los adultos ser como Ruby, y caer en comportamientos destructivos. Pasamos el tiempo con películas, videojuegos y algunos libros que alejan nuestra mente de las cosas buenas, y eso solo nos conduce a problemas.
La Biblia nos da un buen consejo cuando dice: «Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza» (Filipenses 4: 8). ¿Qué te parece si sigues este consejo?
