¡Sea enaltecido Dios, que me salva y me protege!
2 Samuel 22: 47
EN CIERTA OCASIÓN PEDRO Y JUAN fueron al templo para orar. En la puerta del templo, encontraron a un hombre pidiendo dinero, pues no podía caminar. Pedro se le acercó y le dijo:
-No tengo dinero, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesús, levántate.
Entonces Pedro, lo tomó de la mano y lo levantó. En el momento sus pies y tobillos fueron sanados. ¡Sí! Dios había utilizado a Pedro y Juan para sanar al hombre cojo.
Feliz, entró en el templo, saltando y alabando a Dios:
-¡Jesús me sanó! ¡Gloria a Dios!
Él compartió con otros lo que Dios había hecho por él. Dios desea que tú también, compartas la protección y cuidado que él te da.
Actividad: En una libreta, inicia tu diario de gratitud. Coloca dibujos o frases cortas que agradezcan a Dios por sus bondades. Comparte tu diario con amigos.
Oración: Querido Padre, ayúdame a compartir con otros lo que haces por mí.