Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante aquel a quien tenemos que rendir cuentas.
Hebreos 4:13
¿SABÍAS QUE LAS ESTRELLAS, LAS GALAXIAS Y TODO LO QUE observamos constituye apenas una pequeña parte del universo? Esto se debe a que la mayor parte del universo está formada por materia y energía oscura. Como su propio nombre sugiere, la materia oscura no absorbe ni emite rayos de luz, por lo que no puede verse directamente. Pero, aunque no podamos verla, tiene masa.
Fue detectada precisamente porque los científicos se dieron cuenta de que toda la materia visible del universo no suma la cantidad de masa y gravedad que se encuentra en él. ¡Para hacernos una idea, la masa total del universo conocido solo contiene un 4.9% de materia común, siendo un 26.8% de materia oscura y un 68.3% de energía oscura!
Aunque la materia oscura y la energía oscura están ocultas a nuestra vista, en el versículo de hoy leemos que nada en toda la creación puede esconderse de los ojos de Dios. Y es delante de Aquel que todo lo sabe y todo lo ve que tendremos que rendir cuentas de nuestros actos.
Si hasta los científicos ateos reconocen que hay más de lo que se puede ver a nuestro alrededor, cuánto más nosotros, que estamos seguros de la existencia de Dios, debemos ser conscientes de su presencia y la de sus ángeles. Esta consciencia debería sensibilizar nuestros corazones y hacer que nuestras acciones fueran más cuidadosas. Al fin y al cabo, aunque podemos ocultar nuestros errores y mentir a quienes nos rodean, nada puede esconderse de los ojos de Dios.
Sé sincero con las personas y con Dios. No trates de esconderte de él. Cuando la tentación quiera hacerte caer, recuerda que DIOS TODO LO SABE, ÉL TODO LO VE.
