Dios creó […] todos los animales que el agua produce y que viven en ella.
Génesis 1: 21
Quizá no haya lugar que albergue tantos animales sorprendentes e interesantes como los ríos y el mar. Hoy conoceremos algunos peces que son extraordinarios y verás que Jesús tiene mucha imaginación para crear tantos tipos de peces.
Cuando el rape encuentra una pareja, se queda con ella durante toda su vida. Las hembras son mucho más grandes que los machos y los machos se aferran a la hembra con sus dientes. Al final, el macho, se convierte en parte del cuerpo de la hembra, recibiendo sangre, alimento y oxígeno a través de su cuerpo. Esto es un poco raro, pero moriría sin ella.
La perca trepadora puede obtener oxígeno tanto a través del aire como del agua. Si no le gusta el agua en la que está, sale trepando y camina hasta otra charca.
El pez luna es un pez de aspecto extraño. Parece que solo tienen cabeza, cola y aletas superior e inferior, y de perfil parecen tan redondos como un plato.
Cuando un tornado pasa sobre el agua y se convierte en una tromba de agua, puede absorber a peces, ranas y otros animales pequeños. Cuando los vientos se vuelven a calmar, los peces vuelven a caer al agua. ¡Parece que llueven peces!
El saltarín del fango es un pez que puede pasar cierto tiempo en tierra y tiene tan buena vista que puede atrapar un insecto en pleno vuelo.
El pez dorado es originario de China y se crían desde los tiempos de Jesús.
¿No crees que será emocionante estar en la Tierra Nueva, donde Jesús podrá enseñarte todos estos peces sorprendentes y muchos más?
Vicki.