Hizo crecer también toda clase de árboles hermosos que daban fruto bueno para comer.
Génesis 2: 9
Ya hemos conocido algunos árboles curiosos, pero hay muchas más curiosidades de otros árboles como veremos a continuación…
Los álamos desprenden tantas semillas que todo lo que rodea al árbol queda cubierto por ellas y parece que hubiera caído nieve. Las semillas tienen pequeños paracaídas esponjosos parecidos a los de los dientes de león.
El fresno blanco crece tan recto y fuerte que los nativos americanos solían fabricar con él los remos de sus canoas.
Un huerto de manzanos puede tardar entre 15 y 20 años en dar buenas manzanas.
Los pinos blancos tienen cinco agujas; los pinos piñoneros, tres; y los pinos austriacos, dos.
Las cicutas han sido muy útiles. Su corteza es rica en tanino, utilizado para curtir el cuero y su dura madera se utiliza en la construcción y en las vías del ferrocarril. Además, antiguamente, el aceite de sus hojas se utilizaba como medicamento.
Los hermosos cornejos brotan en verano, pero no florecen hasta la primavera siguiente.
Al zumaque se le llama a veces «zumaque cuerno de ciervo» porque sus ramas superiores se extienden como la cornamenta de un ciervo macho y al igual que la cornamenta, las ramas están cubiertas de una pelusa suave y aterciopelada.
Los indios oneida enseñaron por primera vez a los colonos las medicinas que se pueden hacer con las hojas del hamamelis. Estas sirven para curar cortes, magulladuras y piel agrietada o quemada por el sol.
Las flores del laurel de montaña tienen forma de estrella.
¿Recuerdas qué día creó Dios los árboles? Si no lo sabes, búscalo en la Biblia. Lo encontrarás en Génesis 1.
Vicki.
