Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos.
Juan 13:35
UNA ENCUESTA LLEVADA A CABO EN 2019 (realizada por Pew Research Center) AFIRMA QUE EL porcentaje de personas que no se identifican con ninguna religión ha aumentado del 16% al 26% en los últimos diez años.
Este aumento es aún mayor entre los jóvenes y los adolescentes. Lamentablemente, gran parte de la culpa del crecimiento de los «sin religión» la tienen los propios cristianos. En muchas situaciones, hemos fallado en seguir el ejemplo de Cristo y, como resultado, hemos alejado a las personas de él.
Imagínate si cada uno de nosotros viviese como verdadero discípulo de Jesús, amándonos los unos a los otros. Haríamos todo lo que estuviera a nuestro alcance para cuidar de quienes están sin esperanza y para dar razón de nuestra fe a quienes la cuestionen.
No nos quedaríamos de brazos cruzados ante los problemas que asolan a nuestro mundo, sino que trataríamos de seguir el ejemplo de Cristo dondequiera que estuviésemos. JESÚS AMO Y CONTINÚA AMANDO CON PALABRAS Y ACTITUDES.
Si imitáramos al Maestro, los cristianos seríamos reconocidos como personas amorosas y verdaderamente preocupadas por el bienestar de todos.
Contagiado por este movimiento, el mundo tendría una oportunidad más real de creer en Dios, porque el carácter de Cristo brillaría en nuestras vidas. Todos seríamos como imanes, atrayendo a las personas a Cristo por la coherencia entre la predicación bíblica y nuestros actos.
Sin duda, seguiría habiendo incrédulos, pero la justificación de esto ya no sería contradicción entre que creemos y lo que vivimos.
¿Suena demasiado bueno para ser verdad? El amor de Dios es la mayor fuerza del universo, y es capaz de hacer una revolución en tu vida y en el mundo.
¿Quieres formar parte de esa revolución? Pídele cada día al Espíritu Santo que inunde tu vida, de esa forma el amor fluirá hacia todos los que te rodean.
