Alégrense los que buscan tu protección; canten siempre de alegría.
Salmo 5: 11
Ya hemos aprendido mucho sobre los insectos a lo largo de este año, pero hoy vamos a aprender sobre uno que seguro que conoces y has podido observarlo en el campo, o cerca de alguna planta. Estoy segura de que con la primera pista lo acertarás.
Soy un famoso saltador y volador. Para ayudarme a ser un buen saltador, mis patas traseras son casi tan largas como todo mi cuerpo.
Mis grandes orejas están en medio del cuerpo, cerca de las alas y me limpio como lo hace un gato.
Para defenderme, primero intento alejarme saltando. Si eso no funciona, puedo morder o escupir un líquido marrón que parece tabaco de mascar y huele igual de mal.
Respuesta: Soy un saltamontes. Lo que mejor hago es saltar. Jesús me dio patas traseras fuertes para que pueda saltar lejos y durante mucho tiempo.
Jesús dio a cada animal y a cada persona algo especial que hacer. Cada animal y cada persona tiene algo especial que puede hacer para Jesús. El saltamontes salta, ¿qué haces tú?
Vicki.