Tirarán a la calle su oro y su plata, como si fueran basura.
Ezequiel 7: 19
Piensa en todo lo que tienes: juguetes, zapatos, ropa…, ¿qué más puedes mencionar?
Algunas de esas cosas podrían llegar a ser de otras personas en el futuro, porque estás creciendo. Cuando tenías menos edad tenías otras cosas que necesitabas y ya no las tienes. Por ejemplo, antes tenías ——- y ya nada de eso está en casa.
Todo lo que tenemos debe ser útil para nosotros. Por eso apreciamos y agradecemos a Dios porque nos permite tener lo que necesitamos. Algunas cosas ya no tienen utilidad en nuestra casa y es mejor que otra persona que las necesita las pueda tener. Otras cosas que compramos se dañan y no pueden ser reparadas. Pero el final de todo lo que se utiliza es la basura. Y la basura, muchas veces, termina en el mar o es quemada y contamina el aire. ¡Qué triste!
Por eso es importante reciclar tanto como sea posible. También reducir el plástico de un solo uso, como las botellas de agua. Es preferible usar un recipiente que puedas volver a llenar muchas veces.
Jesús nos aconsejó que no hagamos tesoros en esta tierra, porque todo se dañara con el paso del tiempo. Eso significa tener cuidado de no amar las cosas materiales, la fama o a las personas más que a Dios. Tu mayor regalo es la salvación. Solo Jesús pudo dártela. Es tu tesoro de mayor valor.
Tu regalo especial
Palabra clave Reciclar. Es darle un nuevo uso a algo que ya se iba a tirar a la basura, y así prolongar su tiempo de utilidad.
Actividad: Orar para agradecer.
Oración: Querido Jesús, gracias, porque pagaste por mi salvación con tu vida. Amén.