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La alegría de dar dar – 1a parte

Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesús: «Dios bendice más al que da que al que recibe»

Hechos 20: 35

En la Biblia encontramos historias sobre el apóstol Pablo en sus viajes misioneros. Su do era llevar la buena noticia de la salvación a todo el mundo. Por eso viajaba de un lugar a otro, donde el Espíritu Santo le ordenaba ir.

Un día, hace mucho, mucho tiempo, Pablo estaba en un lugar llamado Éfeso, donde estuvo presentando la buena noticia y enseñando cómo se debe vivir para agradar a Dios. Pero, después de tres años, había llegado el momento de irse a otro lugar.

Pablo llamó a sus amigos para despedirse, porque sabía que no volverían a verse hasta estar en la cena del cielo. Pero Pablo no estaba triste. Estaba satisfecho porque había logrado que muchas personas conocieran a Jesús y había muchos discípulos llevando el mensaje.

Pablo dijo algo en su despedida. Durante todo el tiempo que estuvo en Éfeso, nunca pidió alimentos o ropa a nadie. Todo lo que necesitaba para vivir lo obtuvo trabajando con sus propias manos. Eso significa que no estaba sentado mientras otros trabajaban, sino que él también era un trabajador. Esto lo hizo para dar ejemplo. Todos amaban a Pablo y podrían haberle dado alimentos y comida sin que tuviera que trabajar, pero Pablo les recordó un consejo de Jesús que está en el versículo de hoy.

Revisemos algunas cosas que podemos donar, mientras me dices qué más aprendiste de esta historia.

Eres especial

Palabra clave Satisfecho. Es cuando te sientes bien porque se ha cumplido un deseo o se ha resuelto una necesidad.

Actividad: Seleccionar artículos para donar.

Oración: Padre Dios, ayúdame a dar con alegría. Amén.