Categories

Archivos

Una Caminata de cuatro décadas

Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.

Juan 16:33.

¿Cuál ha sido el viaje más largo que has hecho? ¿Duró tres horas? ¿Diez horas? ¿Un día entero o incluso dos? Ese tipo de viajes largos son muy cansadores. Ahora, imagínate un viaje que duró cuarenta años. Días y meses y años arrastrados en medio del polvo. El pueblo de Israel reclamaba por esa situación, por la comida, por la caminata, por el campamento, por las reglas, por todo. Realmente no era fácil vivir así.

Había niños en el pueblo de Israel, y debía ser especialmente difícil para ellos ser parte de un viaje tan largo. Seguramente sentían dolor en los pies, porque el viaje lo hacían caminando (en aquella época no había auto ni avión). Pero incluso con tantos dolores, siguieron.

Y fueron esos niños quienes crecieron y llegaron a ser jóvenes y adultos, y vieron la Tierra Prometida… El viaje fue doloroso, ¡pero qué emoción sintieron al llegar al destino!

Charla con tu familia acerca de las cosas que te parecen difíciles de enfrentar. Juntos, piensen en maneras de lidiar con cada situación.

Mi oración: Papá que estás en los cielos, que en los días de dolor pueda sentir tu abrazo más fuerte.

Dolor: Sensación desagradable, que lastima; lo que sentimos cuando nos caemos de la bicicleta o cuando un compañerito nos trata mal.