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Guardianes del jardín

Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara.

Génesis 2:15

Hablemos sobre un aspecto genial de Génesis 2:15: Dios le encomienda a Adán que cuide el jardín del Edén. ¡Pero espera! Esta tarea no es solo para Adán, ¡es para nosotros hoy también! Dios no nos creó solo para existir en este planeta, sino también para ser parte activa de su cuidado y protección. Él confía en nosotros y en nuestro amor por todo lo que hizo.

Cuando estuve en Costa Rica conocí la historia de Diego. Él es un joven que asiste a la iglesia y que se ha convertido en un defensor ecológico de primer calibre. Mientras estaba en la iglesia, se dio cuenta de lo importante que es cuidar la naturaleza. Entonces, tuvo una idea genial: organizar limpiezas con sus amigos después de los servicios religiosos, para recoger basura en los bosques cercanos.

Además, sembró árboles y conversaba con sus amigos de la iglesia sobre la importancia de la conservación. Todo eso sirvió. El lugar se veía más limpio y hasta implementaron reglas ecológicas. Diego se convirtió en el ídolo del movimiento ecológico, demostrando que en Costa Rica los jóvenes pueden fomentar un cambio en la conservación de la naturaleza.

Así como Adán se encargaba del Jardín, nosotros también tenemos la oportunidad de cuidar este mundo. Esto implica proteger la naturaleza y los animales, y también ayudar a nuestros compañeros. Cuando nos comprometemos y cuidamos lo que Dios hizo, fortalecemos nuestra conexión con él. Nos convertimos en parte de su obra maestra y comenzamos a valorar lo increíble que es todo lo que nos rodea.

Cuidar la creación va más allá de un deber; es amor en acción. Es una forma de mostrar nuestro cariño a Dios y a todos los que comparten este mundo con nosotros. Es ser buenos vecinos, ¿no crees? Entonces, el desafío para esta semana es buscar formas reales de cuidar y preservar lo que Dios creó. Puedes unirte a actividades de limpieza, plantar árboles, reciclar o simplemente pensar en cómo reducir tu huella en el ambiente.

Recuerda que el cuidado no solo beneficia a la creación, sino que también es una manera de demostrar amor y agradecimiento a Dios. ¡Sé un guardián activo del jardín de Dios!

Oración: Querido Dios, gracias por confiarnos la responsabilidad de cuidar tu creación.