Categories

Archivos

La nueva amiga de Jesús

El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado.

Proverbios 11:25

La mujer samaritana que conversó con Jesús junto al pozo no tenía muchos amigos. Estaba triste por los chismeros que hacían acerca de ella y porque no se sentía querida por las personas de la ciudad. Por eso, fue al pozo en un horario más reservado, para no encontrarse con nadie.

Jesús estaba allí sentado y le pidió un favor: que sacara agua del pozo para que él pudiera tomar. Ella se sorprendió porque la trató con respeto; las personas no actuaban así con ella.

Jesús habló con la mujer samaritana acerca del perdón, de la vida nueva y de un propósito mayor. Su corazón, antes afligido, quedó lleno de esperanza. Se alegró tanto de tener un amigo y Salvador que corrió por la ciudad contándoselo a todos.

Aun cuando no lo merecemos, el amor de Jesús puede alcanzarnos. ¡Este mensaje debe llenar nuestra vida de alegría!

Mi oración: Querido Dios, te agradezco porque tu gracia me alcanza y me perdona.

Gracia: Un regalo; una dádiva que recibimos aunque no la merecemos.