Entonces, por fin, el pueblo buscará a su Creador y volverá los ojos al Santo de Israel.
Isaías 17:7.
¿Conoces el canto que dice: «Mi Dios es tan grande, tan fuerte y poderoso; no hay nada que él no puede hacer?
Me gusta esa canción. La letra es tan verdadera y su melodía es alegre. Nuestro Dios es realmente inmenso. Es grandioso y dejó marcas de su grandeza y de su amor en la Tierra.
Yo debía tener unos ocho o nueve años cuando pensé seriamente en eso. Mi familia hizo una parada en el largo viaje que estábamos haciendo en auto para visitar a la familia. Nos detuvimos justo en las márgenes del río San Francisco.
El paisaje nos impactó. El agua cristalina, inmensa; el horizonte sobre el agua; el río bordeando sutiles columnas de tierra. ¡Parecía una pintura! En aquella época del año también había pasto verde que cubría la tierra. Allí pensé en cuán poderoso es Dios. Solo él podría crear algo tan inmenso y hermoso.
¿Qué marca de la grandiosa creación de Dios puedes recordar?
Mi oración: Querido Dios, hoy te agradezco por tu grandiosa creación.
Grandioso: Muuuuy grande en serio; extraordinario, inolvidable. Puede ser un lugar o una persona.