Recuerda que desde niño has leído la Biblia.
2 Timoteo 3: 15
¿Recuerdas a Timoteo? En una lectura anterior vimos cómo ayudaba a Pablo a llevar cartas a las iglesias. Y también recibió dos cartas de Pablo con muchos consejos. Esas cartas están en la Biblia, en el Nuevo Testamento.
Cuando Timoteo era un niño como tú, aprendió las Escrituras, que son la Palabra de Dios. Luego fue un joven del cual todos hablaban bien. Pero no aprendió las Escrituras solo: su madre y su abuela le enseñaban. Con el tiempo, Timoteo llegó a ser un discípulo, y trabajó por la misión de Cristo ayudando a Pablo. Luego, como líder, enseñó a otros.
¿Recuerdas cuando leímos que la Biblia es como una lámpara? Quiero que imagines que tienes una lámpara en la mano y las personas que están a tu alrededor están en la parte oscura. ¿Qué deberías hacer?
Muchas personas no conocen lo que dice la Biblia. Tú cada día aprendes más de ella. Así que eres como quien tiene una lámpara que alumbra el camino. Si comunicas a otros lo que aprendes, tu Padre Dios se pondrá feliz.
Dios te recordará lo que has aprendido, y cuando hables a otros de la Biblia, todos sabrán que estás hablando de parte de Dios.
Los que te rodean
Palabra clave Aprender. Es conocer o saber hacer más ahora de lo que conocías o sabías hacer antes.
Actividad: Aprender el versículo.
Oración: Padre Dios, gracias porque aprendo de tu Palabra. Amén.