¿Quién, pues, de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado, por los ladrones?». «El que tuvo compasión de él, le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
Lucas 10: 36-37
Alex dormía en la habitación de su casa cuando un incendio se desencadenó en la vivienda. «incluso me había tomado unas pastillas para conciliar el sueño» relató más tarde. «Pero me despertaron los golpes de los vecinos en la puerta de la casa. Todo estaba lleno de humo. Llegué como pude hasta el balcón. Los vecinos habían echado abajo la puerta de la planta baja, pero no pudieron subir al piso, donde yo estaba, porque las llamas y el humo les cerraban el paso».
Entonces apareció Gorgui. No dudó ni un instante. «Los bomberos no venían. Había una persona en peligro y tenía que sacarla». Escaló con gran agilidad hasta el balcón y se cargó a la espalda al siniestrado, que sufría quemaduras en el esófago, en una mano y en la cara, y había tragado mucho humo.
Este joven inmigrante senegalés de veinte años salvó el 6 de diciembre de 2019 a Álex, un vecino de Denia (población cercana a nuestro domicilio) con graves problemas de movilidad, que para caminar se sirve de un andador. «Lo hice porque me lo pidió el corazón. Soy pobre. No tengo nada que perder. Pero también soy fuerte y puedo ayudar. No me gusta ver a la gente sufrir».
Gorgui llegó a España huyendo de sus problemas económicos y llevaba ya dos años buscando un mundo mejor. No tenía papeles. Para él y su familia la existencia estaba siendo muy dura. Al escalar hasta el balcón también estaba poniendo en riesgo su vida. El humo del incendio era denso y muy tóxico. «Llegué hasta el enfermo al ver que no podía caminar, me lo cargué a la espalda. A bajar del balcón, nos ayudaron otros vecinos que llegaron con una escalera de mano».
Gorgui se dio prisa a lavarse en casa de una vecina y se marchó sin esperar a que nadie le agradeciera su heroica acción, temeroso de que la policía lo detuviese para devolverlo a su país. Días más tarde, algunos vecinos lo reconocieron y ayudaron a un periodista y a las autoridades a localizarlo. Aunque él no había pedido nada, el rescatado Alex, la Policía Local y el pueblo entero de Denia lo querían premiar por su gesto solidario.
Gorgui tuvo compasión de un desconocido en peligro.
Señor, dame el amor que necesito hoy para, a mi propio nivel, hacer yo lo mismo.