Categories

Archivos

Ayuno: disciplina espiritual

Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

Mateo 6:17, 18

La fe inquebrantable de Daniel lo llevó a practicar el ayuno como medio para acercarse al Señor. En el libro de Daniel vemos como él y sus compañeros resolvieron no contaminarse con la comida y el vino del rey. En cambio, solicitaron una alimentación de verduras y agua. No se trataba simplemente de preferencias dietéticas; era una forma de ayunar y buscar el favor de Dios. Profundicemos más sobre el ayuno.

Disciplina espiritual. El ayuno es una disciplina espiritual que nos permite dejar de lado las distracciones y las comodidades físicas, y crear espacio para una comunión más profunda con Dios. En Mateo 6:17 y 18, Jesús nos enseña a ayunar de manera privada, para enfocarnos en nuestra conexión con Dios en lugar de buscar la atención de los demás.

Búsqueda de dirección. Hechos 13:2 y 3 ilustra cómo el ayuno puede ser un medio para buscar la guía y dirección de Dios. La iglesia primitiva ayunaba, oraba antes de tomar decisiones importantes. El ayuno puede ayudarnos a calmar nuestro corazón, escuchar la voz de Dios y discernir su voluntad.

Renovación espiritual. El ayuno puede ser un tiempo de renovación espiritual y arrepentimiento. Joel 2:13 nos anima: “Vuélvanse al SEÑOR su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor”. El ayuno puede ser un momento especial para volvernos a Dios, buscar su perdón y experimentar su gracia.

La vida de Daniel ejemplifica la práctica del ayuno como disciplina espiritual para acercarnos a Dios, buscar su guía, experimentar renovación espiritual y responder al llamado de Dios a la justicia. Al ayunar, podemos seguir el ejemplo de Daniel, buscando la presencia y la sabiduría de Dios con sinceridad y humildad.

Oración: Te doy gracias, Señor, por el ejemplo de Daniel y la sabiduría del ayuno como disciplina espiritual. Que mi ayuno sea una búsqueda sincera de tu presencia, guía, renovación y justicia.