El espíritu de Joni Eareckson Tada estaba abatido, sumergido en la tristeza, la depresión e incluso el odio. Sintió el
«No hay cosa mejor para el hombre que comer y beber, y gozar del fruto de su trabajo. He visto
«Ciertamente vienen días, dice Jehová, el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan ni