«Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de tus
Hermie Munez, su esposa, Daniela, y sus dos hijos despertaron muy repentinamente una madrugada cuando cinco hombres armados entraron en…
Una vez, alguien me leyó un poema que luego no pude volver a encontrar. Expresaba que el poeta cedía mansiones…
Debí poner primera, y puse reversa; debí frenar, y lo que hice fue acelerar. Como resultado de mi confusión destruí…