“Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor”
(Josué 24:15).
¿Sabías que cuando recién nacemos tenemos unos 300 huesos aproximadamente? Pero luego, a medida que nos desarrollamos, llegamos a tener un total de 206 huesos. Los huesos cumplen diferentes funciones en el cuerpo. Algunos protegen órganos, otros sostienen todo el cuerpo. Otros, junto con los tendones y músculos, nos ayudan a movilizarnos. Y hay huesos que hasta nos permiten oír. Ahora bien, si los huesos se separan del cuerpo, se debilitan y se secan.
El profeta Ezequiel vio algo similar en una visión que Dios le envió. Vio un valle lleno de huesos secos, sin vida útil. Dios quería que con esta comparación el profeta Ezequiel le enseñara a su pueblo que si estaban unidos a él podrían volver a tener esperanza, confianza y vida.
Si bien cada uno de nosotros está formado por un cuerpo compuesto por un conjunto de huesos, músculos y tejidos, todos los días tenemos la oportunidad de vivir como un hueso seco o como un hueso con vida. La Biblia dice: “Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor” (Josué 24:15).
Desafío: ¿Sabes cómo se llaman los huesos del cuerpo humano? Investiga el nombre y la ubicación de 5 de ellos, escríbelos aquí abajo y luego cuéntaselo a un amigo.
Lee más en la Biblia, [Ezequiel 37:1-14].
Lecturas Devocionales para Menores 2019
Preguntas Grandes y Pequeñas –Stella Romero