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Oración de impotencia

Lecturas devocionales para Adultos 2019

Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la limpieza misma, aun me hundirás en el hoyo, y mis propios vestidos me abominarán.

Job 9:30, 31

¿No te has sentido alguna vez abandonado por Dios? ¿No has creído, con justa razón, que Dios es injusto contigo?

En nuestro texto, Job está profundamente deprimido, y capta el abismo, la asimetría, entre la criatura y el Creador: «Porque [Dios] no es hombre como yo, para que yo le responda» (Job 9:32). Remata su razonamiento con una declaración lapidaria: «Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume» (vers. 22). «Si yo le invocan, y él me respondiese, aún no creeré que haya escuchado mi voz» (vers. 16).

En su depresión, Job no ve la justicia divina en la sociedad humana. Él mismo no merece su sufrimiento, y no entiende cómo Dios lo trata así, aun cuando él es recto. Salomón expresa el mismo escepticismo: ‘Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos» (Ecl. 8:14).

En realidad, Job está diciendo que su mente no puede entender el mal y el consecuente sufrimiento para la humanidad. No hay ningún orden moral por el cual una persona pueda ser justificada delante de Dios por sus buenas obras, y así, luego, esperar que le vaya bien en todas las cosas de la vida. Dios es bueno, y hace salir el sol y caer la lluvia pan justos e injustos (ver Mar. 5:45). Esto, mientras dure este mundo de pecado.

Es posible que hayan ocurrido cosas muy malas en tu vida para las que no tengas explicación. Quizá, como Job, oraste, rogaste, te quejaste, y aún no tienes respuesta. Hay asuntos que hay que dejarlos en las manos del tiempo. Porque el tiempo contesta tus preguntas, o hace que ya no te interesen las respuestas. Pero hay preguntas que solo Dios puede contestar. Habla con el. La oración no tiene como único propósito que Dios provea todas las respuestas a tus interrogantes. Orar es, más bien, afirmar tu corazón en la soberanía divina, con el fin de conformar tus deseos y propósitos a su voluntad y a su gloria.

Oración: Señor, quiero disfrutarte siempre. 

Lecturas Devocionales Para Adultos 2019
Las Oraciones más Poderosas de La Biblia – Ricardo Bentancur