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Oración por ayuda divina

Lecturas devocionales para Adultos 2019

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia […] Ten misericordia de mí, y oye mi oración. Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?

Salmos 4:1 -2.

No sabemos a ciencia cierta cuál fue la situación que atravesaba David cuando escribió este salmo. Hay eruditos que piensan que los Salmos 3 y 4 fueron escritos durante la rebelión de Absalón (2 Sam. 15-18), y afirman que expresa los sentimientos de un hombre persiguido por su propio hijo, exiliado de Jerusalén, su ciudad y proscrito por el pueblo que él gobernaba.

Por otra parte, hay quienes sugieren que fue escrito unos años antes, durante las primeras escaramuzas que tuvo con Saúl. Independientemente de cuál fuera el contexto histórico en que fue escrito, este salmo deja, un mensaje profundo de confianza en dios en la hora de la prueba. En esos momentos, la oración se convierte en el arma más poderosa para el corazón humano que gasta su energía clamando y suplicando.

El Salmo 4 es un modelo de oración en busca de ayuda divina. En la prueba, David se pone demandante: «Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia». Requería una respuesta inmediata a su angustia, porque conocía que «aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda» (Sal. 139:4).

Puede que lo estés pasando muy mal, porque estás rodeado de gente ingrata, que no te ama ni ama a Dios, insensible, dura como las rocas y ciega como murciélagos para ver tu rostro (4:2-6). Puede que en su propia casa no halles comprensión, como Job, cuya esposa le dijo: «Maldice a Dios, y muérete» (Job 2:9).

A menudo, ¡los vientos soplan contra nustra nave! Pero, en tales circunstancias, David recibió una revelación de Dios mientras oraba: «Tú diste alegría a mi corazón» (Sal. 4:7). ¿En qué consistía esa alegría de David? En saberse elegido por Dios: «Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy» (Sal. 2:7).

La oración sincera, profunda y secreta «roba» el secreto a los vientos, ¡a fin de que soplen a nuestro favor! Reafirma la seguridad de que Dios no nos abandona cuando estamos bajo el fuego de la hostilidad. ¡Porque somos sus hijos!

Oración: Señor, ayúdame a escuchar tu respuesta a mi oración.

Lecturas Devocionales Para Adultos 2019
Las Oraciones más Poderosas de La Biblia – Ricardo Bentancur