Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles,
Mi corazón se regocija en Jehová. Mi poder se exalta en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea
“Yo soy amigo de los que te honran y de los que cumplen tus preceptos” (Salmo 119:63). La puntería es