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El amor genuino no se esconde

Matutinas para Jóvenes 2020

«¡Qué dulce es el agua robada! ¡Qué sabroso es el pan comido a escondidas!»

(Proverbios 9:17)

Desde la terraza de su palacio, el rey David vio a una hermosa mujer que se estaba bañando. El monarca se sintió electrizado por la belleza de la dama, cuya figura parecía perfecta. Entonces, preguntó de quién se trataba, a lo cual su siervo le contestó: «Se trata de Betsabé, que es hija de Elián y esposa de Urías el hitita» (2 Samuel 11:3, CST).

En realidad, era muy difícil que David no la reconociera, ya que su padre era Elián, uno de los miembros del grupo de los treinta guerreros más valientes de Israel (2 Samuel 23:34). ¡Era la hija de uno de sus mejores amigos! Por si fuera poco, el abuelo de Betsabé era nada menos que Ajitofel, uno de los consejeros de David más aclamados por su inteligencia (2 Samuel 16:23; 23:34). Es posible que Ajitofel apoyara después a Absalón como venganza por lo que David hizo con su nieta (2 Samuel 15:12).

Betsabé parece un tanto «descuidada» al tomar un baño desnuda en un sitio donde sabía que podría ser observada, especialmente desde el palacio real. ¿Acaso lo hacía intencionadamente? Además, parece reaccionar con poco dolor ante la muerte de su esposo y se integra de inmediato en el palacio como la primera dama del reino. Así que es posible que, tanto en David como en Betsabé. existieran reminiscencias de un romance que había empezado años antes.

A pesar de que sabía que Betsabé estaba casada con un hombre que arriesgaba su vida por las causas del rey, David mandó que la trajeran. Ambos cruzaron miradas. Sus corazones latían con fuerza. Únicamente bastó el primer contacto para desbocar la pasión que ardía en la pareja. Las mieles de la pasión parecían renovar la vida del rey.

El problema comenzó cuando la hermosa mujer comunicó al rey que estaba embarazada. Urías, el marido de Betsabé, se encontraba en combate; si regresaba de la guerra y se hallaba con que su esposa estaba embarazada, montaría un escándalo y el pecado del rey sería descubierto, incluso podría intentar matarlo u organizar alguna revuelta para derrocarlo. Así que el monarca se anticipó y planeó el asesinato de uno de sus mejores soldados. Las consecuencias de esta vileza empañaron la vida de uno de los hombres más admirados de la Biblia.

Tener relaciones sexuales con alguien que no es tu cónyuge es robar algo que no es tuyo. Al  principio parece dulce, emocionante y atractivo. Pero tarde o temprano te meterá en graves problemas y pagarás un elevado precio.