«Pero cometer adulterio es no tener cabeza; quien adultera, se corrompe a sí mismo, lo que obtiene son golpes de
“¿Quién se echa fuego en el pecho sin que se queme su ropa? ¿Quién puede andar sobre brasas sin que
«La mujer lo venció con sus muchas lisonjas: lo persuadió con sus labios zalameros, y el joven se fue enseguida
«¡Qué dulce es el agua robada! ¡Qué sabroso es el pan comido a escondidas!» (Proverbios 9:17) Desde la terraza de
Y le nacieron a Absalón tres hijos, y una hija que se llamó Tamar, la cual era mujer de hermoso