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El día de los enamorados

Matutinas para Adultos 2020

«¡Yo soy de mi amado, y mi amado es mío!»

(Cantares 6:3).

En muchos lugares hoy se celebra San Valentín, el día de los enamorados, o del amor y la amistad.

Valentín fue un presbítero que vivió en la ciudad de Roma en el siglo III, y allí servía a los cristianos de la época, en tiempos de Claudio II (el Gótico). El emperador Claudio prohibió el matrimonio entre los jóvenes en su intento de formar un ejército de soldados de dedicación exclusiva sin cargas familiares. Naturalmente, esta medida promovía el amor libre entre los jóvenes. Para evitar esto y no perder el uso sacro del matrimonio, Valentín casaba a estos jóvenes cristianos en secreto. Pero cuando las autoridades descubrieron su desobediencia a la ley civil, Valentín fue detenido, enviado a prisión, juzgado y condenado a muerte. Murió torturado el 14 de febrero de 270. Es así como llegó a ser el patrón de los enamorados.

Muchos siglos antes, Salomón escribió el Cantar de los Cantares que es una exaltación al amor de una pareja en donde se enaltece de forma clara el romanticismo, la sexualidad y la unión matrimonial. Muchos siglos antes, tuvo lugar la verdadera instauración del matrimonio, algo que Dios mismo diseñó para beneficio del hombre y de la mujer (Génesis 2:24).

El matrimonio de calidad es una opción que conlleva altos niveles de satisfacción vital y una mejor salud. Incluso se ha puesto de manifiesto que promueve la longevidad. El Dr. Lewis Terman (1877-1956) llevó a cabo un estudio fascinante: la selección y seguimiento de mil quinientos niños de alta capacidad intelectual que participaron en el estudio por el resto de su vida. Muchos fueron los datos recabados de estos sujetos, siendo uno de ellos el estado civil y su relación con la salud y la longevidad.

Uno de los últimos informes sobre este grupo lo publicaron Howard Friedman (Universidad de California) y Leslie Martin (Universidad de La Sierra). Su libro The Longevity Project muestra que estos participantes (algunos aún vivos cuando el libro fue publicado en 2011) gozaban de una vida más larga cuando habían tenido un buen matrimonio.

La vida matrimonial es de origen divino y constituye un ideal. Es cierto que hay matrimonios que causan más dolor que placer, pero también es verdad que muchos otros alcanzan el éxito, en gran parte por el ejercicio del verdadero amor y por el poder de Dios. Por su gracia, hazte hoy el propósito de nutrir tus relaciones de amor, sea con cónyuge, padre, madre, hijo o hermano: «¡Yo soy de mi amado, y mi amado es mío!».