«Soy la flor de los llanos de Sarón, soy la rosa de los valles».
Cantares 2:1
-El último libro que tenemos en la Biblia escrito por el rey Salomón —empezó la mamá con el culto- es el Cantar de los Cantares.
Aunque Salomón escribió mil cinco cantos o poesías, este es el único del que se tiene registro. Se cree que Salomón escribió este libro siendo muy joven y estando enamorado de una muchacha humilde a la que amó mucho.
Lo escribió antes de tener tantas esposas, como era la costumbre en los pueblos que lo rodeaban y que Israel imitó. No era el plan de Dios que un hombre tuviera varias esposas; por eso en un principio, al crear a Adán, solamente le dio a Eva.
-Pero desde antes del Diluvio desobedecieron a Dios en cuanto al matrimonio —comentó Susana.
-El ser humano a veces quiere hacer lo contrario a lo que Dios ordena -continuó la mamá—. Dios creó el matrimonio y la familia para nuestra felicidad. Desea que disfrutemos el amor dentro de ella; Cantares nos habla de ese tema.
También, a través del libro, Dios quiere que comprendamos su amor hacia nosotros. A la iglesia se la compara con su novia, su esposa, a quien ama.
-No sabía que este libro tenía que ver con la relación de Jesús con su iglesia —comentó asombrada Susana.
-Ni yo tampoco —añadió Mateo.
-Jesús nos ama tanto como un esposo ama a su esposa, y mucho más, pues él dio su vida por nosotros. El matrimonio fue creado para nuestra felicidad y para perpetuar la raza humana.
Todos los miembros de la familia deben contribuir a la felicidad de los demás -concluyó la mamá.
Tu oración:
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¿Sabías qué?
El Cantar de los Cantares no se cita en el Nuevo Testamento.

