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Solo Cristo

Matutinas para Adultos 2020

«Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos»

Hechos 4:12

Durante todo un año, hemos meditado en el poder de Dios para lograr una salud plena. Hoy, te invitamos a resaltar a Cristo, en cada tema que hemos abordado. Recuerda que la verdadera autoestima, se basa en el valor que Dios nos da; porque solo Cristo puede decir: «Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable y yo te he amado; daré naciones a cambio de tu vida» (Isaías 43:4).

¿Y qué decir de la familia? Comprende los lazos más íntimos de amor y ternura; aun así, solo Cristo dirá: «He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros» (Isaías 49:16).

Es más, hay amigos más unidos que hermanos capaces de dar su vida el uno por el otro. No obstante, solo Cristo «muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8). A través de la Biblia, tratamos de conocer los principios y valores que rigen el gobierno divino; sin embargo, el amor de Cristo supera a todo conocimiento (Efesios 3:19).

En relación con las dificultades, cada uno de nosotros ha sido creado con el potencial para superarlas y las mismas constituyen una bendición para el desarrollo del carácter. Solo Cristo, en cambio, superó la muerte y tiene «las llaves de la muerte y del Hades» (Apocalipsis 1:18). El servicio al prójimo suele dar un propósito a la vida; pero solo Cristo nació «para servir y para dar su vida en rescate por todos» (Marcos 10:45).

Diversas tentaciones nos asaltan cada día, pero solo Cristo puede «compadecerse de nuestras debilidades… [porque] fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado» (Hebreos 4:15). La ansiedad es un estado emocional del cual todos deseamos librarnos, pero solo Cristo nos invita a echar nuestra ansiedad sobre él, porque tiene cuidado de nosotros (1 Pedro 5:7).

Tú y yo somos instados a perdonar a quienes nos han ofendido; pero solo Cristo, se deleita en perdonar y olvida (Miqueas 7:18); además, puede infundir este tipo de perdón en el corazón de los que le aman. La tristeza toca el corazón del buen cristiano, pero solo Cristo puede transformarla en gozo (Juan 16:20) con la esperanza que, un día cercano, la erradicará (Apocalipsis 21:4).

Finalmente recuerda, sobre todo, que «en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos».