Marca la respuesta correcta:
- Un capitán romano.
- Un capitán asirio.
- Un soldado filisteo.
¿Te has disfrazado alguna vez de soldado romano?
Los soldados romanos tenían un uniforme muy especial para defenderse y luchar en la batalla. Se ponían un casco con una cresta de pelo de caballo, una túnica, un cinturón, una armadura para proteger las piernas, el pecho y la espalda, y unas sandalias. Además, los capitanes se ponían una capa de color rojo, que se sujetaba por los hombros.
Para llegar a ser capitán de un grupo de hombres, el soldado romano tenía que tener más de treinta años de experiencia militar y ser un buen líder.
Cuando un capitán tenía a su cargo a cien soldados se llamaba centurión.
¿Sabes cuántos centuriones se mencionan en la Biblia? ¡A cuatro centuriones!
El primero que aparece en la Biblia le pidió a Jesús por las calles de Capernaúm que sanara a uno de sus siervos que se encontraba en su casa. Este centurión confiaba tanto en Jesús, que sabía que con solo decir una palabra Jesús podía curarlo. Y así fue, en el mismo instante que Jesús lo dijo, su siervo que estaba en la casa se sanó.
Cuando Jesús estaba en la cruz, otro centurión creyó en Jesús, al ver el terremoto que se produjo cuando murió.
Los apóstoles bautizaron a otro centurión que se llamaba Cornelio y a su familia. Y también un centurión acompañó al apóstol Pablo en su viaje desde Cesarea hasta Roma.
Estos cuatro centuriones aceptaron a Jesús como su Salvador porque alguien les habló de él en algún momento de su vida.
¿Te gustaría hablar de Jesús a personas que no lo conocen todavía? Pídele a Jesús en tu Diario de Oración que te ayude a hacerlo.
“Al entrar Jesús en Capernaúm, un capitán romano se le acercó para hacerle un ruego”
Mateo 8:5