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Carrera con obstáculos

“¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?»

1 Corintios 9:1

Pablo defiende su libertad, pero renuncia a ella por el bien de los demás: él está lleno del espíritu de Cristo, y por eso está dispuesto a empeñar se por el avance de los intereses del Reino de Dios. El ministro debe vivir del evangelio. Así como el soldado recibe para su sustento de aquellos que lo emplean, es correcto que el ministro del evangelio, que vive para la iglesia, sea sostenido por la iglesia. Así como el hombre que planta una viña no desea que su trabajo sea en vano, y anhela comer del fruto de su labor, de igual manera, es correcto que el ministro que dedica su vida a la viña que es la iglesia de Dios sea sostenido por ella. Sin embargo, a pesar de todo su argumento en favor del mantenimiento del ministerio, el mismo Pablo decidió autosostenerse.

Finalmente, Pablo compara la vida cristiana con una carrera. Todos los que competían en las carreras griegas se esforzaban al máximo para ganar el premio. Usaban toda habilidad y todo vigor adquiridos por medio de entrenamiento intensivo. Ninguno de ellos era indiferente, apático o descuidado,

La corona de la vida eterna se ofrece a todos, pero solamente los que se sujetan al entrenamiento tendrán el premio. Esto significa que en todo tiempo el cristiano debe ser guiado en palabra, pensamiento y acción por los elevados estándares bíblicos, y no será controlado por los deseos e inclinaciones del propio corazón. Preguntémonos en cada paso de la jornada: ¿Qué haría Jesús? Esta actitud, este plan, esta recreación, esta música o esta amistad, ¿va a aumentar o disminuir mi fuerza espiritual? Cualquier cosa que de alguna manera interfiera en el progreso espiritual debe ser rechazada; de lo contrario, no se podrá obtener la victoria.

Hace 24 años se practica en Finlandia una particular carrera de obstáculos llamada “cargar con la esposa”. El varón debe llevar en su espalda a su esposa, en un circuito que incluye superar varios obstáculos. Gana quien, sin dejarla caer en ningún momento, llega primero. Una pareja lituana se quedó con la edición 2019. El equipo completó los 253,5 metros de circuito en un minuto y seis segundos.

En nuestra carrera de la vida enfrentamos obstáculos; muchos, muy difíciles de superar. Y también tenemos que llevar a otros con nosotros, porque nadie llegará solo al cielo. En esta carrera, todos pueden llegar primero y ganar igual premio. El mismo Pablo, que estaba seguro de su corona, dijo que no había solo para él, sino para todos los que aman la venida del Señor.

Bruno Raso es un líder de destacada trayectoria, que ha servido como pastor distrital, administrador, evangelista y orador del programa "Reavivados por su Palabra". Actualmente se desempeña como vicepresidente de la División Sudamericana.