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El osito de peluche

Lecturas devocionales para jovenes 2022

«Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos”

Gálatas 6:10

Se cuenta que Theodore Roosevelt, vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos, participó en noviembre de 1902 en una cacería organizada por el gobernador de Mississippi. Todos los cazadores habían logrado dispararle a algún animal, pero el máximo mandatario no había logrado acertarle a nada. Con el propósito de que no se fuese con las manos vacías, el gobernador mandó a que colocaran un oso en el camino de Teddy, como llamaban sus más allegados al presidente, pudiese marcharse satisfecho.

Pero cuando el presidente se encontró frente a frente con el ani­mal, sintió lástima por él y decidió perdonarlo. El incidente se volvió “viral” mediante la red social más antigua: pasando de boca en boca, y el lunes 17 de noviembre del mismo año Clifford K. Berryman, un famoso caricaturista del Washington Post, decidió publicar el dibujo titulado «Drawing the line” [trazando la línea, que metafóricamente puede significar en inglés “poniendo límites”], donde representaba la escena en la que Roosevelt se apiadaba del oso.

La caricatura se hizo tan popular, que un matrimonio de inmigrantes judíos (Morris y Rose Michtom) decidió confeccionar un oso de peluche, al que llamaron Teddy’s Bear [el Oso de Teddy] y exhibirlo en su tienda de dulces. Como recibieron varias ofertas de compra y el matrimo­nio no sabía si sería correcto vender el muñeco sin la aprobación de Roosevelt, decidieron enviar uno de los osos de peluche al presidente, preguntando si aprobaba la comercialización del juguete. Roosevelt

respondió que no había ningún problema, así que los esposos Michtom iniciaron el lucrativo negocio de venta de ositos de peluche. Tuvieron tanto éxito que abandonaron el negocio original de venta de dulces y se dedicaron por completo a la confección del popular juguete, que se mantiene vigente hasta nuestros días como el peluche más vendido en todo el planeta. De hecho, todavía hoy en inglés la expresión “osito de peluche» no existe, sino que se habla de Teddy Bear [el Oso de Teddy].

Es sorprendente el impacto que puede tener una acción de miseri­cordia y bondad en el mundo. Cómo un simple gesto puede impulsar cambios que perduren más de un siglo. De hecho, los efectos del mayor gesto de misericordia del mundo, la muerte de Cristo en el Calvario, continúan cambiando vidas dos mil años más tarde. Muestra hoy misericordia, bondad y compasión a aquellos que te rodean.

@Dios quiere que sepas que “tus acciones pueden tener repercusiones eternas”.

Edgar Redondo Ramírez nació en Santa Marta, Colombia. Ha servido como pastor y dirigente de la iglesia en Colombia durante más de 38 años, actualmente es el presidente de la Unión Colombiana del Norte. Le gusta leer y pasar tiempo con su familia. Está casado con Sara Polo y juntos tienen cuatro hijas: Paola, Stephanny, Angelie y Sharon; y una nieta: Abigail.