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¿Llevar nuestras cargas y también las de otros?

Devocional adventista para adultos 2022

No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.

Gálatas 6:9-10

LA PREGUNTA DE NUESTRA REFLEXIÓN para hoy parece sugerir que ya tenemos suficiente con nuestras cargas como para llevar también las de otros, pero esto es precisamente lo que en nuestro texto de hoy el apóstol Pablo les pide a los gálatas: que aprovechan cada oportunidad para hacer el bien a otros, especialmente «a los de la familia de la fe». En otras palabras: «Por pesadas que parezcan tus cargas, ¡no tienes excusa para no ayudar a los que están en necesidad!»

Este principio cristiano lo ilustra bien Robert M. Johnston en la experiencia que vivió como consejero en un campamento para jóvenes, en California. La parte fuerte del paseo consistía en una caminata de tres días por la meseta de Yosemite. Pero una cosa debía quedar clara: cada uno debía llevar su equipaje; es decir, su propia carga, sin pedir ayuda. Fue en este aspecto donde se presentaron los problemas, especialmente de parte de un muchachito que no debía estar en el grupo, por no tener la edad requerida.

Cuenta Johnston que no habían caminado siquiera media hora cuando los muchachos comenzaron a pedir a los consejeros que los ayudaran a llevar su morral. Entonces el líder del grupo los reunió y les leyó de la Biblia: «Cada uno llevará su propia carga» (Gál. 6: 5, RVC).

De mala gana, los jovencitos reanudaron la marcha. Al parecer, el discurso del líder había sido efectivo porque no hubo más quejas hasta el último día, cuando el muchachito de menor edad dijo que no quería caminar más: «No puedo más —dijo. Sigan ustedes y déjenme. Me quiero quedar aquí y morir».

¿Qué hizo el líder? Pidió que la carga del muchacho fuera repartida entre todos. -¡Pero usted dijo que cada uno llevara su propia carga! —protestaron los jóvenes.

Entonces el líder tomó de nuevo su Biblia y leyó; «Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo» (Gál. 6: 2, RVC).

¿Cómo explicar la aparente contradicción? Johnston explica que la palabra «carga» en el versículo 5 (gr. fórtion) se refiere a una carga individual, como la que lleva un soldado o un vendedor ambulante. Por otra parte, «carga» en el versículo 2 (gr. báros) «significa un gran peso, una carga difícil de llevar» por una sola persona. *

El mensaje del líder quedó claro: aprende a llevar tus propias cargas, ¡pero también ayuda a sobrellevar las de otros, especialmente cuando sean muy pesadas!

Amado Padre, aunque tengo mis propias cargas, hoy quiero aprovechar cada oportunidad para aliviar las cargas de mi prójimo, especialmente las de quienes están padeciendo gran necesidad.

*Robert M. Johnston, La vida espiritual: Experimentando a Cristo como Señor, APIA, 2005, p. 94.

Fernando Zabala, ya jubilado, ha servido como profesor, pastor, rector universitario, conferencista, editor y exdirector de la revista "Prioridades", además de ser el autor de varios libros, entre los que se destacan "Todo no da igual, A pesar de nuestras diferencias, me casaría de nuevo contigo y Saber vivir". Fernando Zabala está casado con Esther y juntos tienen dos hijos: Fernando Jr. y Mayerling; y tres nietas: Alexa, Amber y Annabella.