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Hasta la mitad del reino

Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey, para atacar a todo el que intentara hacerles daño; pero nadie pudo hacerles frente porque todos les tenían miedo.

Ester 9:2, NTV.

La belleza y el carácter de la reina Ester conquistaron el corazón del rey. Era la más indicada para solicitar al rey auxilio frente al decreto de muerte redactado contra los judíos.

Ayunó y oró antes de arriesgar su vida en beneficio de su pueblo yendo a visitar al rey sin ser invitada. Combinó coraje y estrategia, pues no hizo su solicitud de inmediato, sino que invitó al rey a un banquete en su honor.

El asunto requería cautela, y aunque el rey le ofreció “aunque sea la mitad del reino” (Est. 5:6), ella lo convocó a un segundo banquete. Fue después del primer banquete cuando el rey decidió honrar a quien había salvado su vida.

Durante el segundo banquete, la reina denunció delante de su amado rey y esposo el maléfico plan de Amán contra todo su pueblo, y Amán fue ahorcado ese mismo día en la horca que había preparado para Mardoqueo.

Los pasos de Ester para lograr el éxito incluían: (1) Ayuno, oración y consagración (Est. 4:16); (2) vestirse de su vestido real y acercarse al trono (Est. 5:1); (3) pedir con humildad y de acuerdo con la voluntad y gracia del rey (vers. 4, 8); (4) ofrecer dos banquetes antes de revelarle al rey su solicitud (vers. 7, 8).

Cuando enfrentemos una crisis sigamos estos sencillos pasos: Oración y ayuno, vistamos el traje real de la justicia de Cristo, vayamos al trono con un corazón humilde y pidamos que se escuche nuestra plegaria si le place a nuestro Rey y halla gracia en nuestro pedido.

Estoy segura que si le fue dicho a Ester: “Hasta la mitad del reino se te dará” (Est. 5:3, 6; 7:2), a nosotras se nos dará la bendición que pedimos, y en abundancia.

El día designado para la destrucción y la muerte se transformó en un día de victoria y celebración. Los judíos salieron a pelear no como perdedores sino como un grupo victorioso que gozaba del favor del rey.

“Ángeles excelsos en fortaleza habían sido enviados por Dios para proteger a su pueblo mientras este se aprestaba ‘en defensa de su vida’ ” (PR, p. 443).

En cada decisión, asegúrate de que dispones de la compañía y el favor de tu Rey. No importa cuántos vengan contra ti, saldrás triunfante.

Cuando caes, como la reina Ester, a los pies del Rey y Redentor (Est. 8:3), puedes estar de pie ante cualquier enemigo y adversidad.

ARSENIA FERNÁNDEZ-UCKELE es teóloga, educadora, especialista en familia y desarrollo infantil. Ha sido misionera en África, Cuba, Argentina, Venezuela y Colombia. Actualmente se desempeña como profesora de castellano en Toledo, Ohio. Es anciana y tesorera de su iglesia local. En su tiempo libre graba programas para la televisora local en Estados Unidos, Venezuela y varias emisoras cristianas. Predica y presenta seminarios en reuniones de damas.