¡Mi herencia eres tú, Señor! Prometo obedecer tus palabras.
Salmos 119: 57, NVI.
Materiales:
- Papel, lápiz y tijeras.
¿Qué es obedecer? Es como cuando papá o mamá te piden que hagas algo, tú prestas atención y lo haces en el momento. Vamos a practicarlo: mamá te asignará tareas y tienes que hacerlas en el momento que te lo ordena. ¡Muy bien!
¿Recuerdas qué hizo Jonás? Escuchó lo que Dios le dijo, pero no obedeció a la primera. Se subió en un barco para irse a otro lugar, lejos de Dios.
Luego vino una gran tormenta y cuando Jonás cayó al mar, un pez grande se lo tragó. Días después, Dios sacó a Jonás del vientre del gran pez.
El profeta le dio las gracias por haber cuidado de él. Tras ese acontecimiento, Jonás estuvo dispuesto a obedecer, y se fue a Nínive para hacer lo que Dios le había ordenado.
Jonás fue lento para obedecer. ¿Qué crees que hubiera pasado si hubiera obedecido a la primera? Cuando te piden que hagas algo, ¿obedeces a la primera, o hay que repetirte las cosas?
Es mejor obedecer en el momento, así tus padres verán que los amas. Y a Jesús le gustan mucho los niños obedientes.
Padre, ayúdame a obedecer en el momento que me lo pidan.
Actividad: Junto a tus padres, haz una lista de tareas que debes hacer en el momento que te lo piden, y otra lista de las que puedes hacer después. Recórtala y ponla donde puedas verla todos los días.