Porque estos mandamientos y enseñanzas son lámpara que alumbra tu camino delante de ti; su corrección y consejos son el camino de la vida.
Proverbios 6:23
No te pases el semáforo en rojo. No estaciones en un área prohibida. No excedas el límite de velocidad. No cruces fuera del sendero peatonal. Siempre usa el cinturón de seguridad. Estas son solo algunas reglas de tránsito que los peatones y los conductores deben obedecer. Cuando comiences a estudiar más para obtener tu licencia de conducir, notarás algo en común en todas estas reglas: sirven para protegerte.
Si las leyes de tránsito fueron creadas para proteger, lo mismo puede decirse de las leyes de Dios. En su infinita sabiduría, pensó en cada detalle, y nos orientó con lecciones y enseñanzas para protegernos y guiarnos por el camino seguro.
¿Qué le sucede a un conductor que decide circular ignorando todas las señales y normas de tránsito? ¿Es posible realizar un trayecto seguro de esa manera? Algo similar les sucede a quienes deciden transitar los caminos de la vida sin seguir lo que Dios les ha enseñado.
Tienes una vida por delante, llena de obstáculos, semáforos en rojo y señales de “pare”. ¿Cómo quieres llegar al final de este camino? ¡Elige obedecer a Dios, y tu camino será más feliz!