¡Vuélvanse ustedes al Señor su Dios, y desgárrense el corazón en vez de desgarrarse la ropa! Porque el Señor es tierno y compasivo, paciente y todo amor, dispuesto siempre a levantar el castigo.
Joel 2:13
El significado de Joel es “Jehová es Dios”, y su mensaje se dirige al reino del sur (Judá). En esa época había mucha pobreza en la nación debido a una plaga de langostas que echó a perder los cultivos, y no había alimento en los hogares.
Joel 1:7 menciona dos de los árboles característicos de la zona: la vid y la higuera; sus frutos le daban identidad a la nación. Asimismo, el versículo 10 agrega el trigo y el aceite. No contar con estos alimentos significaba un desastre nacional.
Ante tal panorama, incluso los borrachos serían conscientes de la realidad, no harían más fiestas y se suspenderían los cultos y los sacrificios a Dios, pues nadie tenía algo que celebrar u ofrecer, y toda la gente había perdido la alegría.
¿No te parece increíble que unos animales tan pequeños como las langostas puedan causar tan grandes problemas? Pero así fue. Por su parte, el profeta Joel advirtió de un juicio que vendría sobre la nación. Les dijo que las langostas eran como un ejército que atacaba y no dejaba nada a su paso.
Sin embargo, Dios le mostró al profeta cómo resolver el problema: todos debían ayunar, humillarse y arrepentirse en oración a Dios por su salvación. Cuando el profeta dice: “desgárrense el corazón en vez de desgarrarse la ropa” se refiere a una costumbre judía en la que se rasgaban su ropa en señal de sufrimiento.
Dios les pide algo más profundo y sincero: que rasguen su corazón, es decir, que se arrepientan de sus pecados y busquen el perdón de Dios.
Como ves, la pobreza material no es tan grave como el hecho de no estar listos para la segunda venida de Jesús. Esto es más importante que cualquier cosa. ¿Estás dispuesto a buscar a Dios de todo corazón?