No tengas miedo; sigue hablando y no te calles.
Hechos 18: 9, NVI.
Materiales:
- Papel y bolígrafo.
Mira esta imagen. ¿Sabes quiénes son esos hombres? Son los hermanos de José. Su padre los envió a comprar alimentos a Egipto. Él le dio a cada uno una bolsa con dinero y un saco para echar los alimentos. En Egipto, los hermanos de José compraron los alimentos y pagaron con el dinero que su padre les había dado.
En el camino de regreso a casa, uno de los hermanos abrió su saco y, ¡qué sorpresa!, allí estaba el dinero. Los otros hermanos abrieron entonces sus sacos, y también encontraron el dinero. Estaban asustados, porque ellos habían pagado el dinero al comprar los alimentos, y se preguntaban cómo había llegado a sus sacos otra vez.
Ellos eran personas honestas, por eso no se quedaron callados. Los hermanos de José sabían que el dinero no les pertenecía, y que tenían que devolverlo.
Tú también debes ser honesto. Si vas a la tienda a comprar, y el vendedor te devuelve más dinero del que debía darte, o si se le olvida cobrarte, no te quedes callado, debes devolver el dinero que no te pertenece. Jesús ama a los niños honestos y los bendice.
Querido Dios, dame el valor para devolver lo que no me pertenece. Gracias por escucharme.
Actividad: Junto a tu familia, escriban algunas reglas sobre la honestidad para aplicarlas en la casa. Colócalas en un lugar donde todos las puedan ver.