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La alegría está en Jesús

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!

Filipenses 4: 4, NVI.

Materiales:

  • Seis monedas.

Mateo era cobrador de impuestos. Vamos a intentar entender en qué consistía su trabajo por medio de un juego. Aquí tienes seis monedas. Para que puedas entrar a la cocina, tendrás que darle dos monedas a papá. ¿Listo? Pero ¿qué ha pasado?

¿Tuviste que pagarle cuatro monedas a papá en lugar de dos? Papá sabía que te debía cobrar dos monedas, pero te cobró cuatro. Y ahora te quedaste con poquitas monedas. Pues eso era lo que hacía Mateo: cuando cobraba a la gente los impuestos, les pedía más de lo que debía. Por eso nadie quería ser su amigo, y se sentía solo.

Un día, Jesús lo invitó a ser su discípulo. Mateo se llenó de alegría, porque Jesús lo perdonó. Estaba tan contento que preparó un almuerzo para su amigo. Mateo sabía que la felicidad está en conocer a Jesús, por eso invitó al almuerzo a otros cobradores de impuestos. Él quería que conocieran a Jesús, para que fueran felices.

¿Conoces a alguien que se siente solo porque nadie quiere ser su amigo porque se porta mal? Acércate y háblale de Jesús. Cuando Jesús esté en su corazón, sentirá alegría.

Jesús, permite que pueda llevar alegría a las personas tristes y solitarias.

Actividad: Con tus padres, habla del amor de Jesús a una persona solitaria o rechazada.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.