Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.
Mateo 25:40
Mientras estuvo en la Tierra, Jesús siempre se preocupó por las personas. Sanó, ayudó, consoló, perdonó, liberó, resucitó, e hizo todo lo posible para aliviar el dolor y el sufrimiento de quienes lo rodeaban.
Sintió verdadera compasión. Por lo tanto, prácticamente todos los milagros que realizó, registrados en la Biblia, fueron para ayudar a alguien en necesidad. Jesús nunca fue indiferente al sufrimiento.
Identificó el problema real de la persona y estableció una estrategia o plan de ayuda. ¿Realmente te preocupas por las necesidades de los demás? Esto es lo que puedes hacer para ayudar a alguien:
( ) Visitar a los enfermos( ) Dar alimento al que tiene hambre( ) Dar agua al sediento( ) Vestir a quien no tiene ropa( ) Orar por los que están presos( ) Enseñar a quien no sabe( ) Dar buenos consejos( ) Perdonar( ) Consolar a quien está triste¿Qué vas a elegir hacer hoy? Marca una de las opciones de la lista anterior o piensa en una estrategia diferente para hacer feliz a alguien.
“Valiéndose de propios métodos peculiares, aliviaba a los tristes y afligidos. Con gracia tierna y cortés atendía a las almas enfermas de pecado y les ofrecía salud y fortaleza”(El ministerio de curación, p. 14).