El orgulloso será humillado y el humilde será alabado.
Proverbios 29: 23, TLA.
Materiales:
- Papel y lápiz.
¿Recuerdas algún personaje de la Biblia que haya sido humilde? Hay muchos, pero hoy te quiero hablar de uno: Gedeón.
Gedeón estaba escondido limpiando la harina, pues había hombres malos que querían quitársela. En ese momento un ángel de Dios se le apareció, y le dijo que él era un hombre fuerte y valiente, y que Dios estaba con él.
También le dijo que tendría que salvar a los israelitas de las personas malas con su fuerza y con la ayuda de Dios. ¿Qué crees que le dijo Gedeón al ángel? ¿Crees que le dijo: «Sí, yo puedo hacerlo porque soy el más fuerte de mi familia»?
¡Claro que no! Gedeón le dijo al ángel que él no podía hacerlo, porque no era tan fuerte ni tan poderoso como otras personas de su familia y de su nación. Gedeón fue humilde y reconoció su debilidad, es decir, reconoció que no tenía fuerzas suficientes.
Por eso Dios lo eligió. Dios elige a los humildes porque así dependen del poder de Dios, y no de su propio orgullo.
¿Hay cosas en las que no eres muy bueno? ¿Tal vez no sabes escribir bien, dormir solo o leer? Sí es así, no te preocupes. Tal como Dios ayudó a Gedeón, te ayudará a ti. Si eres humilde y le pides ayuda, él te la dará.
Padre de amor, te entrego mis debilidades para que las transformes en fortalezas.
Actividad: Hoy practica la humildad con Dios. Hazle una carta o dibuja tus debilidades y pídele su ayuda.